La Columna de Hierro:”…Que la ciudadanía me lo demande”

Con esas palabras Bárbara Botello asumió el cargo como alcaldesa de León, protestando guardar y hacer guardar la constitución política del país y del estado. Era 10 de octubre del 2012 y ella contaba con un gran respaldo popular, muchas expectativas y esperanza de que haría un gobierno honesto, eficiente y con un gran compromiso de transparencia y la rendición de cuentas, creando para tal efecto la Comisión Anticorrupción, que como la Contraloría Municipal, no sirvieron para nada.

Todo quedó en palabras, sus promesas de campaña fue pura demagogia y mostró desde un principio que su verdadera intención era la de enriquecerse a costa del erario público, aprovecharse de su puesto para hacer negocios, alimentar su ego y cobrarle viejas facturas políticas a sus adversarios. Nunca pasó por su mente servir, si no servirse. No le importó la opinión de la ciudadanía, Bárbara Botello tenía la consigna de aprovechar hasta el último minuto el puesto que le habían conferido los leoneses para acrecentar su patrimonio personal, manchando para siempre su apellido e imagen. El dinero fue su prioridad.LINK

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